martes, 22 de enero de 2019

ESPACIO


ESPACIO EXTERIOR



El espacio exterior o espacio vacío, también simplemente llamado espacio, se refiere a las regiones relativamente vacías del universo fuera de las atmósferas de los cuerpos celestes. Se usa espacio exterior para distinguirlo del espacio aéreo (y las zonas terrestres). El espacio exterior no está completamente vacío de materia (es decir, no es un vacío perfecto) sino que contiene una baja densidad de partículas, predominantemente gas hidrógeno, así como radiación electromagnética. Aunque se supone que el espacio exterior ocupa prácticamente todo el volumen del universo y durante mucho tiempo se consideró prácticamente vacío, o repleto de una sustancia llamada éter, ahora se sabe que contiene la mayor parte de la materia del universo. Esta materia está formada por radiación electromagnética, partículas cósmicas, neutrinos sin masa e incluso formas de materia no bien conocidas como la materia oscura y la energía oscura. De hecho en el universo cada uno de estos componentes contribuye al total de la materia, según estimaciones, en las siguientes proporciones aproximadas: elementos pesados (0.03 %), materia estelar (0.5 %), neutrinos (0.3 %), estrellas (0.5 %) hidrógeno y helio libres (4 %) materia oscura (aprox. 25 %) y energía oscura (aprox. 70 %); total 100.33 %, por lo que sobra un 0.33 % sin estimar. La naturaleza física de estas últimas es aun apenas conocida. Solo se conocen algunas de sus propiedades por los efectos gravitatorios que imprimen en el período de revolución de las galaxias, por un lado, y en la expansión acelerada del Universo o inflación cósmica.
En la Antigua Grecia, el filósofo Aristóteles sugirió la existencia del vacío, más adelante el filósofo Parménides negó la existencia del vacío, dejó claro que era imposible.​ Ya en el siglo xvii, el filósofo francés René Descartes argumentó que el espacio exterior debía estar ocupado completamente de materia.
En la China del siglo ii el astrónomo Zhang Heng aseguró que el espacio es infinito y se extiende más allá del Sol y las estrellas. Galileo Galilei sabía que el aire tiene masa, por lo tanto está sujeto a la gravedad. En el año 1640 demostró que una fuerza establecida se resiste a la formación un espacio vacío, para 1643 Torricelli creó un aparato para producir un vacío parcial, el descubrimiento dio lugar al primer barómetro de mercurio y en la época fue una sensación científica entre los europeos. El matemático Blaise Pascal estudió el barómetro y calculó detalles para conocer la presión del aire.
En el año 1650 el científico alemán Otto von Guericke construyó la primera bomba de vacío, con el cual concluyó que la atmósfera rodea al planeta Tierra, donde la densidad gradualmente baja cuanto más altitud existe. ​ En el siglo xv el teólogo alemán Nicolás de Cusa especuló que el universo no tenía centro ni circunferencia; estas ideas llevaron al filósofo italiano Giordano Bruno a extender el modelo heliocéntrico de Copérnico, Bruno introdujo el concepto de una sustancia llamada éter, que supuestamente ocupa todo el espacio del universo y no se resiste al movimiento de los cuerpos celestes. A la misma conclusión llegó el inglés William Gilbert, que remarcó que las estrellas son visibles a causa de la sustancia éter o de una especie de vacío.
El concepto de que el espacio del universo es ocupado por el éter continuó hasta el siglo xx, la sustancia fue vista por mucho como el medio por el cual la luz se transporta en el espacio. Tras varias pruebas e investigaciones, la teoría de la relatividad especial de Albert Einsteinreemplazó las ideas anteriores, en la teoría se expone que la velocidad de la luz en el vacío es constante y no cambia según la ubicación del observador.



El astrónomo inglés Thomas Digges respaldó la teoría del universo infinito, a pesar de que por los años 1938 no existía una medida definida de su tamaño. Fue el astrónomo alemán Friedrich Bessel quien econtró que la estrella 61 Cygni se encontraba a 10 años luz de distancia de la Tierra. En 1923 Edwin Hubble calculó la distancia de la galaxia Andrómeda. El científico suizo Charles É. Guillaume hizo una medición estimada de la temperatura del universo, la situó entre 5 y 6 K. Más adelante se hicieron cálculos similares que arrojan 3.18 K. y en el año 1933 el alemán Erich Regener definió una temperatura de 2.8 K. basado en la energía de los rayos cósmicos. El concepto moderno de espacio exterior se originó en la teoría del Big Bang, que propone que el universo fue creado a partir de una forma compacta muy densa, la energía inicial ha ido decreciendo con el tiempo y perdiendo densidad.
En la Antigua Grecia, el filósofo Aristóteles sugirió la existencia del vacío, más adelante el filósofo Parménides negó la existencia del vacío, dejó claro que era imposible. Ya en el siglo xvii, el filósofo francés René Descartes argumentó que el espacio exterior debía estar ocupado completamente de materia.
En la China del siglo ii el astrónomo Zhang Heng aseguró que el espacio es infinito y se extiende más allá del Sol y las estrellas. ​ Galileo Galilei sabía que el aire tiene masa, por lo tanto está sujeto a la gravedad. En el año 1640 demostró que una fuerza establecida se resiste a la formación un espacio vacío, para 1643 Torricelli creó un aparato para producir un vacío parcial, el descubrimiento dio lugar al primer barómetro de mercurio y en la época fue una sensación científica entre los europeos. El matemático Blaise Pascal estudió el barómetro y calculó detalles para conocer la presión del aire.


En el año 1650 el científico alemán Otto von Guericke construyó la primera bomba de vacío, con el cual concluyó que la atmósfera rodea al planeta Tierra, donde la densidad gradualmente baja cuanto más altitud existe. En el siglo xv el teólogo alemán Nicolás de Cusa especuló que el universo no tenía centro ni circunferencia; ​ estas ideas llevaron al filósofo italiano Giordano Bruno a extender el modelo heliocéntrico de Copérnico, Bruno introdujo el concepto de una sustancia llamada éter, que supuestamente ocupa todo el espacio del universo y no se resiste al movimiento de los cuerpos celestes. A la misma conclusión llegó el inglés William Gilbert, que remarcó que las estrellas son visibles a causa de la sustancia éter o de una especie de vacío.
El concepto de que el espacio del universo es ocupado por el éter continuó hasta el siglo xx, la sustancia fue vista por mucho como el medio por el cual la luz se transporta en el espacio. Tras varias pruebas e investigaciones, la teoría de la relatividad especial de Albert Einsteinreemplazó las ideas anteriores, en la teoría se expone que la velocidad de la luz en el vacío es constante y no cambia según la ubicación del observador.



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